“DETECTIVE DIGITAL” EN EL ÁMBITO DEL MINISTERIO PÚBLICO


 

Autor: Abog. Leonardo Poses Stekelberg.

Fecha: Marzo – Abril 2023.


I. Introducción

¿Es de ciencia ficción hablar sobre un “detective digital”? ¿Tiene sentido pensar en un sujeto que se especialice en determinadas investigaciones, y que las mismas puedan llevarse a cabo sin moverse de su oficina? ¿Podemos imaginar, en un futuro que no debería ser muy lejano, la intervención de un profesional de la Era Digital, cooperando con fiscales o defensores en las pesquisas de sus respectivos ámbitos?

Como bien puede saberse, el Ministerio Público (Fiscal -o de la Acusación, aquí en Santa Fe-), es un órgano independiente del Poder Judicial encargado de representar a la sociedad en el proceso de investigación y juzgamiento de delitos.

El MP, entonces, tiene como principal función garantizar la correcta aplicación de la ley y la protección de los derechos de la ciudadanía, actuando de manera autónoma y libre de influencias políticas o de cualquier tipo.

Agrego, además, que se divide en dos ramas: el Ministerio Público Fiscal (o Ministerio Público de la Acusación en nuestra provincia) y el Ministerio Público de la Defensa (o Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, en Santa Fe). El MPA1 es el principal responsable de la investigación y acusación de los delitos ante los tribunales, mientras que el SPPDP2 tiene como objetivo garantizar la defensa de los derechos de los imputados y las víctimas de los delitos.

Ahora bien, los mencionados cuerpos públicos judiciales tienen una conformación completa, compleja y especializada en distintas áreas de incumbencia criminal -unidades fiscales especiales- (v.gr.: Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos; Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos; etc.). Y estando como nos hallamos en este presente, sumidos en una continua y creciente virtualidad -que fue arribando de la mano de las Nuevas Tecnologías-, es comprensible, entonces, la posibilidad de pensar en un experto (o grupo de expertos) que, quizás sin ser ni abogado ni integrante de fuerza de seguridad alguna, pueda concretar una labor tan estratégica pero sumamente espinosa como es la investigación de ciberdelitos.

Lo dicho hasta aquí no implica que el MPA no disponga en la actualidad de personal idóneo en esta temática; dentro de su organigrama, el Organismo de Investigaciones3 presenta dos unidades especializadas (el Área de Investigación Criminal y las dos Áreas Forenses). La competencia de la primera de ellas se estableció en el año 2015, con la promulgación de la Ley Nº 13.4594 (“Ley Orgánica del Organismo de Investigaciones”), que en su artículo 5, apartado “d” expresa -en referencia a las facultades del OI-, que puede investigar “Los delitos en los que debido a las características de la comisión del hecho o su repercusión social, o gravedad institucional, o complejidad de la investigación, el Ministerio Público Fiscal disponga la intervención”. Este inciso, por lo tanto, deja abierta la puerta para que el OI trabaje sobre distintos delitos no contemplados en la Ley, entre ellos los cibernéticos.

II. El “Detective digital”

Pero en realidad yo estoy buscando referirme a un personaje “ficticio” -que puede existir o no- y que se haya especializado en las NT pero que quizás no exhiba contacto directo con el Derecho o con la Policía.

En definitiva, un “detective digital” debería ser un profesional especializado en la investigación y recolección de información en línea, utilizando herramientas y técnicas digitales para analizar datos en la web y en dispositivos electrónicos. Su objetivo será entonces descubrir actividades ilegales, inapropiadas o sospechosas y recopilar pruebas que puedan ser utilizadas en un proceso legal.

El trabajo del “detective digital” implica que posea la capacidad de identificar información importante y relevante en la red y en páginas sociales, analizar datos y llevar a cabo observaciones on line para descubrir la verdad detrás de esos testimonios recopilados. También debe estar capacitado para recolectar y preservar evidencia digital de manera adecuada, respetando las leyes y regulaciones aplicables a su trabajo.

Entre las técnicas y herramientas que utiliza un “detective digital”, se encuentran el análisis de metadatos, la recuperación de datos eliminados, la identificación de direcciones IP, el uso de herramientas de búsqueda avanzada, el análisis de registros telefónicos y el uso de software de análisis forense.

Es importante destacar, entiendo, que los “detectives digitales” deberían seguir alguna clase de código ético riguroso, respetando, por sobre todas las cosas, la privacidad de las personas en cada proceso de investigación; a su vez, deben trabajar dentro de los límites legales y evitar cualquier comportamiento que pueda ser considerado ilegal o inapropiado.

Una definición “académica” de “detective digital” podría ser la siguiente: es el proceso de recolectar y analizar información en línea para investigar una actividad ilegal, inapropiada o sospechosa, llevado adelante por un sujeto con la expertise necesaria en esta novedosa materia. El “detective digital” utilizará técnicas especializadas y herramientas tecnológicas para obtener información de diversas fuentes en línea, incluyendo redes sociales, sitios web, bases de datos públicas y privadas, registros gubernamentales, entre otros. Este proceso de investigación puede ayudar a resolver crímenes, descubrir fraudes, realizar verificaciones de antecedentes, recopilar pruebas legales y garantizar la seguridad de la información en línea. El “detective digital” debe seguir pautas éticas y legales para asegurar la integridad y la confidencialidad de la información recopilada.

III. Posibles obligaciones éticas del “Detective digital”

Un “detective digital” (también podríamos denominarlo “investigador digital”), debería seguir ciertas implicancias y obligaciones éticas para garantizar que su trabajo sea fidedigno, profesional y respete los derechos y la privacidad de las personas involucradas.

Aquí puedo presentar algunas de las cargas que un investigador debería satisfacer:

  • Conocimiento legal: Un “detective digital” debería tener un buen conocimiento de las leyes y regulaciones relacionadas con la recopilación y el uso de información en línea, incluyendo la privacidad y el acceso a los datos personales.

  • Consentimiento: El “detective digital” debería obtener el consentimiento de la persona o personas involucradas antes de llevar a cabo cualquier investigación en línea. Si es posible, se recomienda que se obtenga un consentimiento informado por escrito.

  • No infringir la privacidad: El “detective digital” no debe recopilar información privada o confidencial sin autorización. Si tiene que acceder a información privada, debe asegurarse de que tenga una base legal para hacerlo.

  • No difundir información personal: El “investigador digital” no debe difundir información personal o confidencial obtenida durante la investigación a menos que sea absolutamente necesario. En caso de que deba compartir información, debe hacerlo solo con las partes involucradas y con el consentimiento de ellas.

  • No alterar información: El “detective digital” no debe manipular o alterar la información que encuentra en línea. Cualquier información que se recoja debe ser documentada de manera precisa y sin alteraciones.

  • Responsabilidad: Es responsable de cualquier información que recolecte y debe asegurarse de que sea precisa y verificable. Si encuentra información que puede ser perjudicial para alguien, debe tener cuidado al manejarla y no difundirla sin una base legal para hacerlo.

En suma, un “detective digital” debe ser un experto juicioso; debe respetar la privacidad, trabajar dentro de los límites legales, mantener una mente objetiva y conservar la confidencialidad de la información que recopila. Al cumplir con estas implicancias y obligaciones éticas, pueden llevar a cabo, deduzco, una investigación efectiva y justa.

IV. El “Detective digital” y el Análisis Forense Digital

El análisis forense digital es una actividad que se basa en la recolección, preservación, examen y estudio de datos digitales para determinar si se ha cometido un delito o para apoyar una investigación penal o civil. Esta actividad se utiliza para analizar dispositivos electrónicos, como computadoras, teléfonos móviles, discos duros, memorias USB, entre otros, con el fin de obtener información relevante para un procedimiento.

El análisis forense digital se lleva a cabo siguiendo una serie de pasos y protocolos que aseguran la integridad de los datos y la adquisición de pruebas legales5. En primer lugar, se realiza la adquisición de la imagen de disco, que es una copia exacta de todos los datos almacenados en el dispositivo electrónico. A continuación, se lleva a cabo la preservación de esos factores, que consiste en asegurarse de que los datos no sean alterados o modificados durante el proceso de análisis.

Luego, se realiza la exploración de esos datos, que implica la búsqueda de información relevante para el caso en cuestión. Este proceso puede involucrar la recuperación de archivos eliminados, la identificación de archivos ocultos, la revisión de registros de actividad, entre otras técnicas.

Finalmente, se documentan los hallazgos y se presentan en un informe detallado que puede ser utilizado en un proceso judicial o para apoyar una investigación. El análisis forense digital es una actividad compleja y especializada, que requiere de herramientas y técnicas específicas, así como de un conocimiento profundo de la tecnología y las leyes aplicables.

V. ¿De qué manera el “Detective digital” podría sumarse a la labor del MPA?

El “detective digital” podría ser aprovechado por el MPA (ya sea como un empleado más o como un contratista externo especializado en el área de la investigación digital) para llevar a cabo investigaciones y recolección de pruebas en línea, en casos de delitos que involucren el uso de tecnología o que tengan un componente digital relevante. El “detective digital” podría trabajar en estrecha colaboración con los fiscales y otros profesionales del Ministerio Público, aportando pruebas y perspectivas adicionales que podrían ser cruciales para el éxito de la investigación. Considerando el crecimiento de delitos relacionados con las Nuevas Tecnologías, la labor del “investigador digital” podría ser muy valiosa en la profundización de delitos como el ciberacoso, la explotación sexual de menores en línea, el robo de identidad, la difusión de noticias falsas en redes sociales, el fraude electrónico, entre otros. Éste podría utilizar herramientas especializadas para recolectar y analizar información en línea, que podrían ser utilizadas como evidencia en procesos judiciales.

Importante es reiterar que, en su quehacer, el “detective digital” debe necesariamente seguir un estatuto ético riguroso y respetar la privacidad de las personas en el proceso de investigación, y también trabajar dentro de los límites legales, evitando cualquier comportamiento que pueda ser considerado prohibido o inapropiado.

Concluyendo con este apartado, creo que el “detective digital” podría ser un valioso miembro de equipos de trabajo especializados del MPA -laborando en colaboración con fiscales y demás investigadores- para recopilar y analizar pruebas virtuales relevantes en los procedimientos jurídicos, identificar actividades ilegales en línea y prevenir la comisión de delitos digitales en el futuro. Todo esto, siempre y cuando se ajuste, insisto, a los marcos éticos y legales correspondientes.

VI. ¿Cómo podría concebirse un “Detective digital”?

En Argentina, existen varias carreras universitarias y terciarias que pueden estar relacionadas con el ejercicio de la “profesión” de “detective digital”, ya que se requiere una sólida formación en tecnología, seguridad informática y análisis de datos. Algunas de las carreras que podrían ser útiles para un futuro “investigador digital” son:

  • Ingeniería en Informática: Esta carrera brinda una formación sólida en programación, redes, seguridad informática y sistemas de información, que son habilidades fundamentales para llevar adelante investigaciones digitales.

  • Licenciatura en Ciencias de la Computación: Estos estudios se enfocan en la teoría y práctica de la informática, brindando herramientas para analizar y diseñar sistemas informáticos complejos.

  • Tecnicatura en Seguridad Informática: Esta carrera se enfoca específicamente en la seguridad de la información y brinda habilidades para detectar y prevenir vulnerabilidades en sistemas informáticos.

  • Licenciatura en Análisis de Sistemas: Esta carrera brinda habilidades para diseñar y analizar sistemas informáticos complejos, y puede ser de utilidad para la identificación de patrones en grandes conjuntos de datos.

  • Tecnicatura en Análisis de Datos: Esta carrera brinda habilidades para procesar, analizar y visualizar grandes conjuntos de datos, lo que es fundamental para la investigación digital.

VII. Conclusión

Hablar de “detective digital” puede sonar a cine futurista. Pero no hay que irse muy lejos, ni imaginar futuros extravagantes; con sólo relevar las tareas diarias llevadas adelante por peritos informáticos o por expertos policiales, vamos a encontrar que muchas de las actividades o datos volcados en este artículo, son el basamento y la moneda corriente de estos avezados.

Pero la diferencia fundamental (y quizás la más obvia) entre un “detective digital” y un perito informático, se centra en que necesariamente el “investigador digital” debería ser, además de un experto en tecnociencias, parte de los equipos estables de trabajo dentro del MPA, articulando su labor con lo demandado por fiscales y demás profesionales a cargo. Claro está que, por el contrario, en general el perito es un técnico independiente.

Ser parte de un grupo investigativo público implica, entre otras cosas, contar con el apoyo estatal para, por ejemplo, equiparse con las mejores y más novedosas herramientas; disponer de licencias de software especializado, así como también ser asistido continuamente por una experimentada estructura gubernativa.

En conclusión, el rol del “detective digital” podría ser de gran importancia en la lucha contra delitos relacionados con la tecnología y la actividad digital. Al trabajar en estrecha colaboración con el Ministerio Público de la Acusación, este profesional especializado podría proporcionar pruebas y perspectivas adicionales que podrían ser cruciales para el éxito de las investigaciones. Sin embargo, es fundamental que cualquier exploración realizada por el “detective digital” se realice dentro de los límites legales y éticos correspondientes, respetando siempre la privacidad de las personas involucradas en el proceso. En definitiva, el uso responsable y ético de la tecnología podría marcar una diferencia significativa en la prevención y sanción de delitos en el mundo digital.


Autor: Abog. Leonardo Poses Stekelberg.

Fecha: Marzo – Abril 2023.


1 https://mpa.santafe.gov.ar/

2 https://defensasantafe.gob.ar/

3 El Organismo de Investigaciones (OI) es un órgano de apoyo técnico especializado que asiste a los órganos fiscales en dos áreas fundamentales. Por un lado, colabora en tareas de análisis e investigación criminal y, por el otro, cumple funciones de tipo periciales a través de los laboratorios Químico Forense e Informático Forense. Fuente: https://mpa.santafe.gov.ar/. (Consultado 15/04/2023). 

4 https: //www .santafe.gov.ar / normativa / get File .php ?id = 239 112 & item= 1180 00& cod= b3c e677 77 b9 323a 3dd 861a 22012e9b69.

5 DI IORIO, A., GIORDANO LERENA, R., SAÍN, G. “Introducción a la Práctica Forense: Protocolos y Guías de Buenas Prácticas”. Modelo PURI, Mar del Plata, Universidad Fasta, 2021.







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